¿Porqué usar plantas?
(Tomado del capitulo 1 del libro de Anna Newton: Herbs for Home treatment. A guide to using herbs for irst aid and common
ealth problems. Darlington: Green Books, 2009. - Traducción: Adela Zepeda, noviembre 2010)
La plantas han sido usadas como medicina alrededor del mundo por milenios: fueron la medicina
original en todas las culturas y en las civilizaciones más grandes. Es muy triste constatar
cómo, en muchos países occidentales, el siglo XX vio a la medicina herbal ser degradada
a “terapia complementaria” o “terapia alternativa”, cuando en realidad merece tener
un lugar principal en todo lo referente al cuidado de la salud. Países orientales como China
reconocen completamente el valor de la medicina tradicional y la incorporan al cuidado de
la salud junto con la medicina ortodoxa.
¿Porqué deberíamos nosotros regresar al uso de plantas medicinales?
Eicacia
En muchos casos las plantas medicinales han sido eicaces como, y a veces más que, la
medicina farmacéutica convencional para el tratamiento de muchos problemas comunes de
salud. ¿Sabía usted que estudios clínicos han demostrado que la planta de St. John es más
efectiva que los tratamientos SSRI (¿???) para tratamientos contra la depresión? A menudo
las plantas medicinales pueden tratar problemas de salud que son un verdadero desafío
para la medicina moderna, incluyendo el catarro común y la fatiga crónica. Se aplican por
igual tanto a dolencias que surgen de repente como las agruras, como a dolencias de larga
duración como el dolor de coyunturas.
Pruebas
La efectividad del tratamiento con plantas medicinales ha sido respaldada por muchas
pruebas clínicas. Por lo tanto la herbolaria es un tratamiento comprobado por los estándares
cientíicos modernos. Personalmente, yo creo que los registros que tenemos sobre
su uso tradicional son una prueba muy válida también: nuestros ancestros tenían grandes
habilidades para tratar las enfermedades con plantas aunque no entendieran la naturaleza
de la enfermedad. Hoy en día tenemos la gran ventaja de poder utilizar lo mejor de ambos
mundos y combinar el entendimiento moderno sobre aquello que causa la enfermedad con
el conocimiento tradicional de con qué planta tratar cada dolencia. Un buen ejemplo de esto
es el elderlower que ha sido usado durante siglos en Inglaterra y en Australia para tratar
el catarro común, pero sólo recientemente se han demostrado sus propiedades antivirales.
Bajo riesgo o efectos secundarios
La mayoría de las plantas tienen un muy bajo riesgo o efectos secundarios si los comparamos
con los farmacéuticos. Pero, a pesar de ser una medicina natural, sería ingenuo pensar
que todas las plantas son igual de seguras en su uso, algunas deben ser tomadas sólo bajo
supervisión de un itoterapeuta caliicado. Debemos tratar a las plantas medicinales con el
mismo respeto con el que trataríamos a cualquier otro tipo de medicina: sigue las recomendaciones
en cuanto a dosis y asegúrate de que tu información proviene de profesionales
caliicados.
Las plantas que recomiendo en este libro tienen un expediente excepcionalmente bueno en
cuanto a seguridad y, mientras sigas la guía para su uso y tengas cuidado con los avisos de
precauciones, no tendrás ningún problema grave usándolas. Muchas plantas traen advertencias
que indican que no son recomendables para un pequeño porcentaje de la gente. De
hecho en mi práctica, he encontrado a una persona alérgica a la equinacea y otra a la manzanilla
y sin embargo estas plantas son utilizadas comúnmente por muchísima gente todos
los días.
Alguna persona puede ser alérgica a alguna planta, lo que no es diferente de ser alérgico
a algún alimento o a alguna medicina convencional, y en muy pocos casos se puede sentir
dolor de cabeza o malestar estomacal. Es importante comprar en lugares coniables y
contar hasta donde sea posible con productos locales para estar más a salvo, porque se
ha sabido de algunas plantas raras de importación que han sido adulteradas con especies
potencialmente peligrosas.
Quisiera insistir en que la etiqueta de “bajo riesgo” se aplica a productos que han sufrido un
mínimo de procesamiento. Plantas secas y tinturas ordinarias se encuentran en esta categoría.
Productos altamente concentrados, como aceites esenciales, no son seguros para
usarse internamente y deben reservarse para uso externo únicamente. Todo extracto herbal
altamente concentrado, que exceda la concentración utilizada en el pasado, debe ser tratado
con desconianza.
Ayudando al cuerpo a curarse a sí mismo
Las plantas ayudan al cuerpo a curarse solo, más que simplemente suprimir los síntomas.
Un ejemplo clásico es el tratamiento de la presión arterial alta. El tratamiento herbal adecuado
no debe únicamente bajar la presión, sino que debe también restaurar el sano funcionamiento
del sistema circulatorio para que después de un período de tratamiento la presión
arterial permanezca en un nivel adecuado sin ningún tipo de tratamiento. De igual manera
la toma de equinácea debe mejorar el funcionamiento de tu sistema inmunológico para que
después luche mejor contra la enfermedad.
Medicina compleja para un cuerpo complejo
Las plantas medicinales son una compleja mezcla de diferentes ingredientes que igualan
a la complejidad de nuestro propio cuerpo. Muchos de estos ingredientes mejoran el funcionamiento
de un órgano especíico o sistema del cuerpo de manera que el cuerpo pueda
combatir la enfermedad más efectivamente. Las plantas pueden estimular nuestra habilidad
natural para sanar: trabajando junto con nuestro sistema inmunitario, suavemente llevan
a nuestro cuerpo hacia la recuperación. Los componentes de las plantas también tienen
una gran biodisponibilidad, lo que signiica que las absorbemos muy bien y por lo tanto no
necesitamos dosis altas. Nuestros cuerpos están adaptados para digerir y absorber plantas,
ya que muchos de sus componentes son similares a los que encontramos en frutas y verduras
y son igualmente benéicos para nuestra salud.
Las plantas medicinales deben ser vistas como una categoría de substancias curativas que
se encuentra a medio camino entre la farmacéutica y la comida. Muchas han demostrado
sus propiedades medicinales, pero se asemejan a la comida en su composición bioquímica
y en la manera en la que se absorben. Algunas plantas medicinales son muy comunes en la
cocina: ajo, tomillo, arándano, por ejemplo. Muchas de estas son estrictamente medicinales
pero suicientemente suaves para ser consumidas a diario. La vida moderna ha hecho
que la gente viva tan alejada de la naturaleza
La complejidad de la composición bioquímica de cada planta es crucial para su efectividad
y seguridad. Un malentendido moderno, favorecido por muchos cientíicos, es el que hace
creer que una sustancia aislada es mejor medicina que una mezcla compleja. Es más fácil
para hacer investigación, pero ¿es mejor para nuestra salud?
A menudo se habla de las plantas medicinales como remedios y permanentemente se intenta
aislar sus componentes individuales para convertirlas en fármacos. Muchas plantas están
al origen de medicamentos muy útiles como el ephedrine, el digoxine o la aspirina. Pero
considerando la gran cantidad de plantas medicinales conocidas, la cantidad de medicinas
monocomponentes que se han derivado de ellas es relativamente pequeña. Parece que los
componentes activos de las plantas rara vez funcionan bien cuando son aislados. La razón
es que los componentes de la planta funcionan en forma sinergética: el efecto combinado
de varios componentes es más fuerte que el de componentes aislados. Además, muchas
plantas medicinales a menudo tienen una curiosa mezcla de componentes de fuerte acción
–que pueden tener efectos secundarios- con componentes protectores que mitigan la acción
de los primeros. Por ejemplo, usar el té de hojas de diente de león como diurético, podría
llevar a una baja en los niveles de potasio en el cuerpo si no fuera por el hecho de que la
hoja del diente de león contiene suiciente potasio para compensar su pérdida.
No adictivas
Otro punto importante es que las plantas que se usan medicinalmente son no-adictivas:
puedes dejar de usarlas en cualquier momento sin que haya riesgo de que lleguen síntomas
de abstinencia. Esto es particularmente importante para gente que sufre de ansiedad,
depresión e insomnio, porque a menudo se vuelven dependientes de los medicamentos convencionales.
La mayoría de las plantas también pueden ser utilizadas en conjunto con medicinas
ortodoxas, pero esto es mejor hacerlo bajo la supervisión de un herborista médico.
Baratas
Las plantas tienen la ventaja de ser baratas y fáciles ce conseguir –puedes cultivar algunas
de ellas en tu jardín o macetas para tu uso doméstico. Cultivar tu propia medicina es altamente
gratiicante, porque te da una sensación de verdadera autosuiciencia. Ya sea que
decidas cultivar tus propias plantas o comprarlas, estarás tomando un paso positivo hacia el
óptimo mantenimiento de tu salud. Estarás eligiendo una opción efectiva, segura y natural;
una opción que además ha sido probada por muchas generaciones anteriores.
¿Hemos perdido nuestros instintos?
Los humanos no somos las únicos que utilizamos plantas como medicina. Muchos animales
–changos, caballos, pájaros, perros y gatos- se automedican con plantas. Se han observado
a chimpancés usando plantas medicinales tanto interna como externamente para deshacerse
de parásitos, de dolores de estómago y de comezón en la piel; presumiblemente
tienen un instinto que los guía hacia la planta correcta para una dolencia especíica. La
gente que vive muy cercana a la naturaleza –los indios del Amazonas, por ejemplo- proclaman
que las plantas mismas les “dicen” para qué enfermedad sirven. Uno podría interpretar
esto como instinto o como unos sentidos muy inamente sintonizados que se desarrollan
cuando se vive en un entorno natural. Parece imposible que los occidentales tengamos
algún pequeño remanente de este instinto, pero podemos aprender del conocimiento acumulado
tanto por quienes nos han precedido como por la investigación cientíica moderna
sobre las propiedades de las plantas medicinales.
(Newton, Anna. Herbs for Home treatment. A guide to using herbs for irst aid and common ealth problems.
Darlington: Green Books, 2009. )
=>En un espacio reducido, se puede integrar una parte del huerto adentro de la casa, por
ejemplo aprovechando las ventanas y otros espacios con suiciente luz para el cultivo de
hierbas en macetas.
=> En el balcón o patio seguramente hay lugar para hierbas de olor y medicinales como
tomillo, te de limón, hierbabuena, epazote, eneldo…en pequeñas camas, guacales rellenos
de tierra y otros contenedores. Si disponemos de un poco de terreno podemos construir una
espiral de hierbas (lo mas cerca de la cocina) donde podemos juntar una gran variedad de
hierbas con diferentes necesidades de sol y agua en un pequeño espacio.
=> Podemos observar nuestros patrones de movernos adentro y alrededor de nuestra casa:
Los caminos que más usamos serán probablemente los espacios para sembrar plantas al
lado de ellas. Si preparamos un huerto en un rincón lejos de la casa no lo podemos cuidar
tanto y serán mas atacados por enfermedades, insectos y animales.También es importante
una úbicación cercana al centro de la casa por tener fácil acceso a las plantas frescas en
cualquier emergencia
=>¿Cómo diseño mi huerto? Hay una gran variedad de formas- siempre tenga en mente,
que el diseño debe que facilitar el trabajo en la huerta (Deshierbe, siembra, riego, cosecha…):
Las camas no se deben que pisar nunca – el limite del ancho de una cama de cultivo
es de entre 1m y 1.20m, el largo puede variar.
=> Muchas plantas aromáticas y medicinales tienen un bonito aspecto y se prestan como
ingrediente estético el cualquier jardín. Por esto resulta interesante integrar camas con
formas artisticas, como mandalas, espirales, estanques y pequeños cuerpos de agua, como
paisaje de cultivo de muchas de nuestras hierbas
La espiral de hierbas-
Utilizando esta forma de caracól creamos muchos diferentes microclimas para una gran
variedad de plantas medicinales y aromáticas
domingo, 20 de septiembre de 2015
Las enseñanzas del suelo
Las enseñanzas del suelo
(de Richard Heinberg, publicado en „The Ecologist», tomado de Museletter #198 «Various Musings» - http://www.richardheinberg.
com - , traducción al castellano: H. Hieronimi)
Es difícil aprender o hacer mucho acerca de la sustentabilidad sin „ensuciarse las manos»...
Ciertamente, los problemas globales de la degradación de los recursos y el cambio climático
involucran algo de pensamiento de alto nivel. Tenemos que entender algunos números importantes
– 350 partes por millón de CO2 (la meta necesaria para evitar un cambio climático
catastróico), 5% de declive anual en los campos petroleros existentes (…). Necesitamos
habilidades de análisis y convencimiento, y un entendimiento al fondo de las cosas. Inevitablemente,
todo esto requiere algún tiempo frente de la computadora y en el internet.
De todos modos, mientras atendemos a estas tecnologías y abstracciones, tendremos más
probabilidad de avanzar con nuestra meta principal de construir una cultura sostenible, si al
mismo tiempo estamos „aterrizados» en la actividad más básica, que existe: obtener alimentos
directamente de la tierra.
La lectura me ha enseñado bastante. Sembrar hortalizas me ha enseñado mucho más.
Muchas veces, las lecciones que aprendemos, quizás suenan raros una vez que les ponemos
palabras: ¡se humilde! ¡No pidas demasiado, ni demasiado rápido! ¡Date cuenta de las
interrelaciones! ¡Camina lento, pero siempre con atención para estar preparado al rápido
surgimiento de problemas y oportunidades! Todo se aprende cultivando tus alimentos, con
todo tu cuerpo.
Delegando la producción de alimentos enteramente a los demás surge inevitablemente
la división de labores por tiempo completo, que es el origen y la raíz principal (altamente
vulnerable) de la civilización. Solamente en las civilizaciones agrarias el sistema rígido de
clases ha podido surgir, en el cual las decisiones más importantes las toman, personas que
no tienen que pasarse parte de su tiempo contemplando nuestra interdependencia con la
naturaleza.
En vez de esto, los gerentes, contadores, soldados y funcionarios religiosos de las sociedades
complejas (muchas veces formados en estados nacionales), tienden a ijar su vista
cada vez más en la matrix social completamente basada en el discurso, poniendo cada vez
más atención en palabras, dinero, y tecnología, y cada vez menos en las estaciones, la
naturaleza, los pájaros y los insectos. Y esto, últimamente, es la razón porque colapsan las
civilizaciones. Las personas en el poder sencillamente no toman nota que la base ecológica
de su sociedad está siendo devastada.
¿Suena familiar?
Hay muchas razones para cultivar tus alimentos en estos tiempos. Comenzando por la realidad
de que los precios de los alimentos se están incrementando y que la calidad nutricional
de lo que se puede comprar en el supermercado está disminuyendo.
Q uienes estamos inmersos en los asuntos de la sustentabilidad, tenemos aun más razones
para sembrar y cultivar- tenemos que enseñar a nuestros vecinos las capacidades de supervivencia
que necesitarán una vez que los combustibles fósiles desaparezcan. Tenemos que
poner el ejemplo, y ayudar en la tarea de construir las redes de productores que puedan
proveer alimentos durante los tiempos que vendrán.
La mejor de todas las razones para cultivar la tierra es: ¡ser saludable! - Esto lo interpreto
de dos maneras: Si, la hortaliza es un refugio de un mundo que muchas veces parece estar
explotando. ¡Apaga la tele, la compu y agarra una pala! Seguramente te sentirás mejor.
Pero más importante aun: Si cultivamos la tierra, tenemos la posibilidad de ser personas
más equilibradas, capaces de hacer elecciones más saludables. ¡La humanidad necesita aquí
y ahora este tipo de personas! «
(de Richard Heinberg, publicado en „The Ecologist», tomado de Museletter #198 «Various Musings» - http://www.richardheinberg.
com - , traducción al castellano: H. Hieronimi)
Es difícil aprender o hacer mucho acerca de la sustentabilidad sin „ensuciarse las manos»...
Ciertamente, los problemas globales de la degradación de los recursos y el cambio climático
involucran algo de pensamiento de alto nivel. Tenemos que entender algunos números importantes
– 350 partes por millón de CO2 (la meta necesaria para evitar un cambio climático
catastróico), 5% de declive anual en los campos petroleros existentes (…). Necesitamos
habilidades de análisis y convencimiento, y un entendimiento al fondo de las cosas. Inevitablemente,
todo esto requiere algún tiempo frente de la computadora y en el internet.
De todos modos, mientras atendemos a estas tecnologías y abstracciones, tendremos más
probabilidad de avanzar con nuestra meta principal de construir una cultura sostenible, si al
mismo tiempo estamos „aterrizados» en la actividad más básica, que existe: obtener alimentos
directamente de la tierra.
La lectura me ha enseñado bastante. Sembrar hortalizas me ha enseñado mucho más.
Muchas veces, las lecciones que aprendemos, quizás suenan raros una vez que les ponemos
palabras: ¡se humilde! ¡No pidas demasiado, ni demasiado rápido! ¡Date cuenta de las
interrelaciones! ¡Camina lento, pero siempre con atención para estar preparado al rápido
surgimiento de problemas y oportunidades! Todo se aprende cultivando tus alimentos, con
todo tu cuerpo.
Delegando la producción de alimentos enteramente a los demás surge inevitablemente
la división de labores por tiempo completo, que es el origen y la raíz principal (altamente
vulnerable) de la civilización. Solamente en las civilizaciones agrarias el sistema rígido de
clases ha podido surgir, en el cual las decisiones más importantes las toman, personas que
no tienen que pasarse parte de su tiempo contemplando nuestra interdependencia con la
naturaleza.
En vez de esto, los gerentes, contadores, soldados y funcionarios religiosos de las sociedades
complejas (muchas veces formados en estados nacionales), tienden a ijar su vista
cada vez más en la matrix social completamente basada en el discurso, poniendo cada vez
más atención en palabras, dinero, y tecnología, y cada vez menos en las estaciones, la
naturaleza, los pájaros y los insectos. Y esto, últimamente, es la razón porque colapsan las
civilizaciones. Las personas en el poder sencillamente no toman nota que la base ecológica
de su sociedad está siendo devastada.
¿Suena familiar?
Hay muchas razones para cultivar tus alimentos en estos tiempos. Comenzando por la realidad
de que los precios de los alimentos se están incrementando y que la calidad nutricional
de lo que se puede comprar en el supermercado está disminuyendo.
Q uienes estamos inmersos en los asuntos de la sustentabilidad, tenemos aun más razones
para sembrar y cultivar- tenemos que enseñar a nuestros vecinos las capacidades de supervivencia
que necesitarán una vez que los combustibles fósiles desaparezcan. Tenemos que
poner el ejemplo, y ayudar en la tarea de construir las redes de productores que puedan
proveer alimentos durante los tiempos que vendrán.
La mejor de todas las razones para cultivar la tierra es: ¡ser saludable! - Esto lo interpreto
de dos maneras: Si, la hortaliza es un refugio de un mundo que muchas veces parece estar
explotando. ¡Apaga la tele, la compu y agarra una pala! Seguramente te sentirás mejor.
Pero más importante aun: Si cultivamos la tierra, tenemos la posibilidad de ser personas
más equilibradas, capaces de hacer elecciones más saludables. ¡La humanidad necesita aquí
y ahora este tipo de personas! «
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