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martes, 2 de junio de 2015

Fertilización en siembra directa

Fertilización en siembra directa
En siembra directa la no perturbación del suelo, junto con la acumulación
de residuos sobre la superficie, produce grandes cambios en la dinámica y
distribución de nutrientes en el suelo.
Estos presentan una diferente distribución vertical de nutrientes inmóviles
como fósforo (P) y potasio (K), materia orgánica, actividad microbiana y
las raíces de los cultivos.
Los cambios en el contenido y distribución de materia orgánica, pH y potencial
de oxidación afectan la dinámica y disponibilidad de P y N aplicados
en superficie, y la eficiencia de uso de los fertilizantes.
Estos cambios en cantidad y distribución de la materia orgánica y propiedades
físicas y químicas del suelo resultan en efectos directos e indirectos
sobre la composición y dinámica de las poblaciones microbianas.
Los efectos sobre los microorganismos del suelo se reflejan en las transformaciones
de nutrientes como el nitrógeno (N), cuya dinámica es gobernada
por la actividad microbiana del suelo.
En la figura 7 se muestra la evolución teórica de la actividad microbiana en
suelos bajo SD y LC (Doran, 1990).
En el invierno la actividad está restringida en ambos tipos de labranza por
la baja temperatura y la falta de aireación.
Cuando se efectúa una labranza se produce un pulso de actividad en la
labranza convencional. Esto está dado por una mayor aireación y por la
exposición de compuestos carbonados disponibles.
En la siembra directa la actividad aumenta de acuerdo a incrementos en la
temperatura. Durante el verano el suelo bajo siembra directa almacena más
humedad mientras que en laboreo convencional, la actividad está sujeta a
cambios bruscos de humedad y a ciclos de secado y re humedecimiento.