miércoles, 10 de diciembre de 2014

cosecha del tomate

Cosecha y post-cosecha
La primera cosecha se realiza entre los 70 y 80 días
después del transplante, dependiendo de las condiciones
ambientales y de manejo del cultivo. La óptima madurez
para cosecha, en el caso del tomate margariteño, es en el
estado conocido como "pintón" donde el fruto empieza a
tomar un color amarillento o rosado. Se cosecha en este
momento por lo delicado del fruto principalmente y para
prevenir el ataque de pájaros que detectan el color rojo
con facilidad a gran distancia. Además, este fruto ofrece su
mejor sabor, cuando se encuentra de color rojo claro
(rosado uniforme) sin que se encuentre completamente
maduro.
La recolección se recomienda realizarla diariamente y
entregarla lo antes posible al destino requerido. El tomate
cosechado se coloca en guacal (preferiblemente plástico)
boca abajo, pues la parte apical del fruto es muy delicada.
Igualmente, se toma la previsión de colocar los frutos más
maduros de último, es decir, en la parte superior de llenado
del guacal.
Si se tiene que almacenar, es recomendable realizarlo a
una temperatura entre 10 a 14 ºC, según su estado de
madurez y con una humedad relativa entre 85 a 90 %. Por
lo delicado del fruto es importante manipularlo con
cuidado, procurar lavarlo, secarlo y comerlo o transportarlo
sin demora.

requerimiento hidrico del tomate

Requerimientos hídricos
El control del riego es fundamental para obtener una buena
producción y fruto sano. Tanto el exceso como el defecto en
el riego son dañinos, sin embargo, el primero es el peor y
causa daños irreversibles a corto plazo. El tomate
margariteño presenta habilidades para soportar falta de
agua, no obstante, debemos cuidar de que esto no suceda.
El riego aconsejado es
diario (dosificado), siempre a primeras horas de la mañana
y en aumento según vaya desarrollándose la planta. Si por
alguna causa, no se pudiera regar algún día a primeras
horas es preferible esperar al día siguiente.
La planta al no ser regada en las primeras horas sufre una
deshidratación en el transcurso del día y si se regase bajo
esta condición, absorbería el agua -tan rápidamente- que
provocaría rajaduras o grietas en el fruto, provocando
pérdidas y/o desmejoras en su calidad. Al esperar al día
siguiente, la planta se hidrata lentamente durante el
transcurso de la noche, encontrándose hidratada al
amanecer. El exceso de agua, las altas temperaturas y la
salinidad del suelo pueden ocasionar los mismos síntomas.

asociacion de cultivos tomate

Asociaciones con otros cultivos
Se puede asociar la siembra de tomate a otros cultivos de
gran demanda, aprovechando sus condiciones y cualidades.
En este caso, a manera de ejemplo, podemos señalar la
asociación entre tomate margariteño, parchita y ají dulce
margariteño.
Durante los primeros 6 meses, el crecimiento del cultivo de
la parchita es lento y no cubre completamente las
espalderas; esta circunstancia permite beneficiarse de las
estructuras ya instaladas para producir tomate margariteño.
La idea consiste en sembrarlo entre las plantas de parchita
y aprovechar (al mismo tiempo) las labores culturales, la
fertilización y el sistema de riego. De igual manera, como
la distancia de siembra entre hilera de parchita es de 3m
se puede sembrar una hilera intermedia con tomate u otro
cultivo como el ají dulce. Estos cultivos pueden incluso
permanecer y ser renovados coexistiendo, a través del
tiempo, con la parchita.
Mediante esta asociación, se logran ahorros en costos de
producción y aumentos de rentabilidad por metro
cuadrado de terreno sin interferir en el crecimiento de los
mismos. Con este método se hace un uso más eficiente del
terreno y de las labores culturales conjuntas, logrando
generar un beneficio adicional que contribuye a sufragar
los costos de mantenimiento de los cultivos

Características botánicas y agrícolas del tomate


Características botánicas y agrícolas del
tomate margariteño
• Familia: Solanáceae.
• Especie: Lycopersicum esculentum Mill.
• Origen: Probablemente parte Oeste de América del Sur,
  zona andina de Perú, Bolivia y Ecuador.
• Altitud: 0-1.000 msnm.
• Temperatura óptima para la germinación de la
  semilla: de 16 a 30 ºC

• Temperatura: 10-35ºC / óptimo para la fotosíntesis: 25-
  30ºC de día y 18-22ºC de noche.
• Precipitación: 600-1.200 mm.
• Fotoperíodo: Es una planta de día neutro.
• Suelos: Franco-arenosos de mediana fertilidad, sueltos,
  aireados y que además tengan capacidad para retener
  humedad, preferiblemente con buen contenido de materia
  orgánica. Tolera la salinidad.
• pH: entre 5,5 a 6,8


Morfología
• La raíz principal puede llegar a medir más de un metro, sin
  embargo, en plantas transplantadas alcanza los 40 cm.
• Tallo herbáceo, la base tiende a formar raíces adventicias.
• Hoja compuesta pubescente, pelos glandulares. Las axilas
  de las hojas producen tallos laterales.
• Flor bisexual, polinización principalmente por el viento. Los
  vientos fuertes causan la caída de las flores. Nudo de
  abscisión en el pedúnculo floral.


• Fruto tipo baya, con alta concentración de agua.
• Semilla rodeada de una capa mucilaginosa.


Fisiología
• Responde de forma diferente según las
  condiciones del ambiente, suelo, agua y características
  genéticas.
• Germinación entre 6 a 10 días.
• Transplante a los 25-35 días después de la germinación,
  cuando las plántulas tengan de 4 a 5 hojas verdaderas. En
  zonas de mucho viento se recomienda transplantar -lo más
  pequeñas posibles- de 2 a 3 hojas verdaderas y usar
  rompevientos


• Primera cosecha aproximadamente a los 70-80 días después
  del transplante dependiendo de las prácticas
  agronómicas aplicadas.
• Soporta el clima cálido y la falta de agua.
• Tolerante a la salinidad.
• Crecimiento indeterminado.
Propagación
• Se realiza mediante semilla sexual.


• Un gramo de semilla contiene entre 250 y 500 semillas.
• Previo a la siembra debe eliminarse el mucílago de la semilla.
• La semilla puede almacenarse refrigerada por más de 3 años.
• Se siembra previamente en semillero y a los 25-35 días las
  plántulas se transplantan a campo.


Criterios de selección de plantas para la
obtención de semillas
• Seleccionar plantas vigorosas en cuanto a tallo, hoja,
  flor, raíz y frutos (estos últimos deben ser abundantes y
  de buena calidad).

• Identificar o marcar en campo las plantas seleccionadas.
• Las plantas escogidas deben estar libres de
  enfermedades y sin síntomas asociados a deficiencias
  nutricionales, ni malformaciones.
• La planta debe distinguirse por ser "buena madre", es
  decir, sus hojas deben proteger a los frutos de los rayos
  solares.
• Seleccionar los primeros y mejores frutos y cosecharlos
  maduros. Se recomienda cosechar los frutos en el
  intervalo de 25 - 30 días después de la fecundación,
  ya que en este momento se presenta el mayor
  porcentaje de germinación.

• Preferir aquellas plantas que resistan la caída de las
  flores en época de altas temperaturas.
• Elegir aquellas plantas que muestren los frutos más
  uniformes y de buen tamaño, durante todo el
  ciclo.
• Existen dentro de los sembradíos plantas más
  susceptibles al daño fisiológico conocido como ¨culillo¨;
  se debe evitar seleccionar frutos para semilla de
  aquellas plantas afectadas por este desorden fisiológico.


Germinación y transplante plántulas tomate

Germinación y transplante de las
plántulas
La germinación ocurre entre los 6 a 10 días de la siembra
de manera uniforme, si las condiciones de sustrato,
humedad, temperatura y profundidad de siembra son las
adecuadas.
El sustrato debe servir de soporte y además conviene que
sea suelto y aireado, con capacidad suficiente para retener
agua y permitir una aireación adecuada, pues en la semilla
ocurren grandes y rápidas transformaciones metabólicas
que demandan oxígeno y agua. Esto se logra haciendo una
mezcla según el material -disponible en cada caso- de
tierra, arena y materia orgánica en proporciones suficientes
hasta lograr el objetivo planteado.

Una manera práctica de reconocer si el sustrato está en
condiciones físicas apropiadas en el momento de su
preparación, es apretando fuertemente una porción de la
misma en la palma de la mano. La porción de sustrato
debe deshacerse al aflojar la mano.La mezcla debe
desinfectarse o tratarse con controladores biológicos de
suelo (por ejemplo, Trichoderma sp, Paecilomyces sp).
Es importante conocer el porcentaje de germinación de las
semillas, para poder reconocer las posibles fallas debido a
la semilla misma o a causa del sustrato preparado o tal vez
a un manejo inapropiado, así como también, para no
perder tiempo y esfuerzo cuando planificamos la siembra
con respecto a la época de cosecha. En tal sentido, se
recomienda realizar una prueba de germinación en donde
se toman 100 semillas, colocándolas en un plato con papel
absorbente humedecido. Transcurridos pocos días se hace
un conteo de las semillas germinadas y tendremos el
porcentaje de germinación actual del lote de semilla a
utilizar. Es recomendable hacerlo por triplicado y promediar
el resultado.
El riego en semillero debe hacerse diariamente con agua
fría (no dejar calentar agua al sol) suplementando el agua
con ½ cc de abono foliar o ½ gr de fertilizante fórmula
completa por cada litro de agua para garantizar una
nutrición integral.
Cuando la planta tenga entre 4 a 5 hojas verdaderas, se
encuentra en condiciones para ser transplantada. En
determinados casos, donde los vientos son
significativamente fuertes en alguna época del año, es
preferible sembrar plántulas con un número de 2 a 3 hojas
verdaderas para reducir pérdidas y adaptar las plantas
desde temprana edad a estas condiciones

Es necesario atender la proporcionalidad de las plántulas -
entre el volumen radicular y el volumen de la parte aérea-
de tal forma que, el contenedor de la plantita corresponda
al tamaño deseado a ser transplantado y así lograr exitosas
siembras en campo.
Las plántulas deben enterrarse en campo a nivel del tallo,
donde se encuentran o encontraban las primeras hojas
cotiledonales. De esta manera, se aprovecha la propiedad
que tienen de desarrollar raíces adventicias y la planta
tiene mejor resistencia al viento. Es recomendable
incorporar materia orgánica, al pie de la planta a temprana
edad, para obtener mejores resultados

La iluminación en el semillero debe ser controlada,
preferiblemente sombreada al momento de la siembra e ir
permitiendo mayor iluminación en la medida de su
desarrollo.
El semillero debe protegerse de la lluvia fuerte y el viento


tratamiento de semillas de tomate

Tratamiento y manejo de la semilla
• Extraer la semilla del fruto tomado de la planta ya
  maduro.
• Verter la semilla y el jugo del tomate en un recipiente.
  Puede agregarse igual cantidad de agua, dejando
  reposar a temperatura ambiente.
• Remover diariamente con una paleta.
• Dejar fermentar de 2 a 3 días, dependiendo de la
  temperatura ambiental.
• Escurrir y lavar hasta obtener una semilla lo más limpia
  posible de la cubierta gelatinosa, para evitar posibles
  infecciones que puedan ocultarse en el mucílago que las
  recubre.

• Desinfectar las semillas con una solución de cloro al 2%
  por 30 seg.
• Secar la semilla a la sombra y a temperatura ambiente.
• Proteger las semillas con un fungicida (por ejemplo
  Captan), en un recipiente con la menor cantidad de aire
  posible. De no contar con fungicida puede usarse
  también ceniza bien seca.
• Refrigerar a 12-13 ºC.

Cuando necesite utilizar sólo una parte de la semilla
  refrigerada, compruebe que el envase se encuentre a
  temperatura ambiente. Esto es para evitar que se
  condense agua en la semilla que regresará al
  refrigerador, pues la humedad perjudicaría la semilla.



Distancias de siembra y fertilización del tomate

Distancias de siembra y fertilización
Las distancias de siembra varían según las condiciones de
suelo y manejo. Tradicionalmente el tomate margariteño,
por lo delicado de su fruto, se empala permitiendo una
mejor condición para su cultivo, en cualquier época del
año. La distancia de siembra entre hilera sugerida es de
1,5 m , ya que distancias menores dificultan las
operaciones de limpieza, fumigación y cosecha.
La distancia sobre la hilera, entre planta, varía según el
método de cultivo. Si se deja en crecimiento libre se
siembra a 0,5 m entre planta, es decir, 2 plantas por metro
lineal. Si se decide el método de poda, se deja una guía
(principal) eliminándose las ramificaciones o brotes
laterales. En este caso se pueden dejar 3 plantas por metro
lineal. El tomate sin podar produce muchos frutos pero de
poco valor comercial.