domingo, 20 de septiembre de 2015

¿Porqué usar plantas?

¿Porqué usar plantas?
(Tomado del capitulo 1 del libro de Anna Newton: Herbs for Home treatment. A guide to using herbs for irst aid and common
ealth problems. Darlington: Green Books, 2009. - Traducción: Adela Zepeda, noviembre 2010)
La plantas han sido usadas como medicina alrededor del mundo por milenios: fueron la medicina
original en todas las culturas y en las civilizaciones más grandes. Es muy triste constatar
cómo, en muchos países occidentales, el siglo XX vio a la medicina herbal ser degradada
a “terapia complementaria” o “terapia alternativa”, cuando en realidad merece tener
un lugar principal en todo lo referente al cuidado de la salud. Países orientales como China
reconocen completamente el valor de la medicina tradicional y la incorporan al cuidado de
la salud junto con la medicina ortodoxa.
¿Porqué deberíamos nosotros regresar al uso de plantas medicinales?
Eicacia
En muchos casos las plantas medicinales han sido eicaces como, y a veces más que, la
medicina farmacéutica convencional para el tratamiento de muchos problemas comunes de
salud. ¿Sabía usted que estudios clínicos han demostrado que la planta de St. John es más
efectiva que los tratamientos SSRI (¿???) para tratamientos contra la depresión? A menudo
las plantas medicinales pueden tratar problemas de salud que son un verdadero desafío
para la medicina moderna, incluyendo el catarro común y la fatiga crónica. Se aplican por
igual tanto a dolencias que surgen de repente como las agruras, como a dolencias de larga
duración como el dolor de coyunturas.
Pruebas
La efectividad del tratamiento con plantas medicinales ha sido respaldada por muchas
pruebas clínicas. Por lo tanto la herbolaria es un tratamiento comprobado por los estándares
cientíicos modernos. Personalmente, yo creo que los registros que tenemos sobre
su uso tradicional son una prueba muy válida también: nuestros ancestros tenían grandes
habilidades para tratar las enfermedades con plantas aunque no entendieran la naturaleza
de la enfermedad. Hoy en día tenemos la gran ventaja de poder utilizar lo mejor de ambos
mundos y combinar el entendimiento moderno sobre aquello que causa la enfermedad con
el conocimiento tradicional de con qué planta tratar cada dolencia. Un buen ejemplo de esto
es el elderlower que ha sido usado durante siglos en Inglaterra y en Australia para tratar
el catarro común, pero sólo recientemente se han demostrado sus propiedades antivirales.
Bajo riesgo o efectos secundarios
La mayoría de las plantas tienen un muy bajo riesgo o efectos secundarios si los comparamos
con los farmacéuticos. Pero, a pesar de ser una medicina natural, sería ingenuo pensar
que todas las plantas son igual de seguras en su uso, algunas deben ser tomadas sólo bajo
supervisión de un itoterapeuta caliicado. Debemos tratar a las plantas medicinales con el
mismo respeto con el que trataríamos a cualquier otro tipo de medicina: sigue las recomendaciones
en cuanto a dosis y asegúrate de que tu información proviene de profesionales
caliicados.
Las plantas que recomiendo en este libro tienen un expediente excepcionalmente bueno en
cuanto a seguridad y, mientras sigas la guía para su uso y tengas cuidado con los avisos de
precauciones, no tendrás ningún problema grave usándolas. Muchas plantas traen advertencias
que indican que no son recomendables para un pequeño porcentaje de la gente. De
hecho en mi práctica, he encontrado a una persona alérgica a la equinacea y otra a la manzanilla
y sin embargo estas plantas son utilizadas comúnmente por muchísima gente todos
los días.
Alguna persona puede ser alérgica a alguna planta, lo que no es diferente de ser alérgico
a algún alimento o a alguna medicina convencional, y en muy pocos casos se puede sentir
dolor de cabeza o malestar estomacal. Es importante comprar en lugares coniables y
contar hasta donde sea posible con productos locales para estar más a salvo, porque se
ha sabido de algunas plantas raras de importación que han sido adulteradas con especies
potencialmente peligrosas.
Quisiera insistir en que la etiqueta de “bajo riesgo” se aplica a productos que han sufrido un
mínimo de procesamiento. Plantas secas y tinturas ordinarias se encuentran en esta categoría.
Productos altamente concentrados, como aceites esenciales, no son seguros para
usarse internamente y deben reservarse para uso externo únicamente. Todo extracto herbal
altamente concentrado, que exceda la concentración utilizada en el pasado, debe ser tratado
con desconianza.
Ayudando al cuerpo a curarse a sí mismo
Las plantas ayudan al cuerpo a curarse solo, más que simplemente suprimir los síntomas.
Un ejemplo clásico es el tratamiento de la presión arterial alta. El tratamiento herbal adecuado
no debe únicamente bajar la presión, sino que debe también restaurar el sano funcionamiento
del sistema circulatorio para que después de un período de tratamiento la presión
arterial permanezca en un nivel adecuado sin ningún tipo de tratamiento. De igual manera
la toma de equinácea debe mejorar el funcionamiento de tu sistema inmunológico para que
después luche mejor contra la enfermedad.
Medicina compleja para un cuerpo complejo
Las plantas medicinales son una compleja mezcla de diferentes ingredientes que igualan
a la complejidad de nuestro propio cuerpo. Muchos de estos ingredientes mejoran el funcionamiento
de un órgano especíico o sistema del cuerpo de manera que el cuerpo pueda
combatir la enfermedad más efectivamente. Las plantas pueden estimular nuestra habilidad
natural para sanar: trabajando junto con nuestro sistema inmunitario, suavemente llevan
a nuestro cuerpo hacia la recuperación. Los componentes de las plantas también tienen
una gran biodisponibilidad, lo que signiica que las absorbemos muy bien y por lo tanto no
necesitamos dosis altas. Nuestros cuerpos están adaptados para digerir y absorber plantas,
ya que muchos de sus componentes son similares a los que encontramos en frutas y verduras
y son igualmente benéicos para nuestra salud.
Las plantas medicinales deben ser vistas como una categoría de substancias curativas que
se encuentra a medio camino entre la farmacéutica y la comida. Muchas han demostrado
sus propiedades medicinales, pero se asemejan a la comida en su composición bioquímica
y en la manera en la que se absorben. Algunas plantas medicinales son muy comunes en la
cocina: ajo, tomillo, arándano, por ejemplo. Muchas de estas son estrictamente medicinales
pero suicientemente suaves para ser consumidas a diario. La vida moderna ha hecho
que la gente viva tan alejada de la naturaleza
La complejidad de la composición bioquímica de cada planta es crucial para su efectividad
y seguridad. Un malentendido moderno, favorecido por muchos cientíicos, es el que hace
creer que una sustancia aislada es mejor medicina que una mezcla compleja. Es más fácil
para hacer investigación, pero ¿es mejor para nuestra salud?
A menudo se habla de las plantas medicinales como remedios y permanentemente se intenta
aislar sus componentes individuales para convertirlas en fármacos. Muchas plantas están
al origen de medicamentos muy útiles como el ephedrine, el digoxine o la aspirina. Pero
considerando la gran cantidad de plantas medicinales conocidas, la cantidad de medicinas
monocomponentes que se han derivado de ellas es relativamente pequeña. Parece que los
componentes activos de las plantas rara vez funcionan bien cuando son aislados. La razón
es que los componentes de la planta funcionan en forma sinergética: el efecto combinado
de varios componentes es más fuerte que el de componentes aislados. Además, muchas
plantas medicinales a menudo tienen una curiosa mezcla de componentes de fuerte acción
–que pueden tener efectos secundarios- con componentes protectores que mitigan la acción
de los primeros. Por ejemplo, usar el té de hojas de diente de león como diurético, podría
llevar a una baja en los niveles de potasio en el cuerpo si no fuera por el hecho de que la
hoja del diente de león contiene suiciente potasio para compensar su pérdida.
No adictivas
Otro punto importante es que las plantas que se usan medicinalmente son no-adictivas:
puedes dejar de usarlas en cualquier momento sin que haya riesgo de que lleguen síntomas
de abstinencia. Esto es particularmente importante para gente que sufre de ansiedad,
depresión e insomnio, porque a menudo se vuelven dependientes de los medicamentos convencionales.
La mayoría de las plantas también pueden ser utilizadas en conjunto con medicinas
ortodoxas, pero esto es mejor hacerlo bajo la supervisión de un herborista médico.
Baratas
Las plantas tienen la ventaja de ser baratas y fáciles ce conseguir –puedes cultivar algunas
de ellas en tu jardín o macetas para tu uso doméstico. Cultivar tu propia medicina es altamente
gratiicante, porque te da una sensación de verdadera autosuiciencia. Ya sea que
decidas cultivar tus propias plantas o comprarlas, estarás tomando un paso positivo hacia el
óptimo mantenimiento de tu salud. Estarás eligiendo una opción efectiva, segura y natural;
una opción que además ha sido probada por muchas generaciones anteriores.
¿Hemos perdido nuestros instintos?
Los humanos no somos las únicos que utilizamos plantas como medicina. Muchos animales
–changos, caballos, pájaros, perros y gatos- se automedican con plantas. Se han observado
a chimpancés usando plantas medicinales tanto interna como externamente para deshacerse
de parásitos, de dolores de estómago y de comezón en la piel; presumiblemente
tienen un instinto que los guía hacia la planta correcta para una dolencia especíica. La
gente que vive muy cercana a la naturaleza –los indios del Amazonas, por ejemplo- proclaman
que las plantas mismas les “dicen” para qué enfermedad sirven. Uno podría interpretar
esto como instinto o como unos sentidos muy inamente sintonizados que se desarrollan
cuando se vive en un entorno natural. Parece imposible que los occidentales tengamos
algún pequeño remanente de este instinto, pero podemos aprender del conocimiento acumulado
tanto por quienes nos han precedido como por la investigación cientíica moderna
sobre las propiedades de las plantas medicinales.
(Newton, Anna. Herbs for Home treatment. A guide to using herbs for irst aid and common ealth problems.
Darlington: Green Books, 2009. )
=>En un espacio reducido, se puede integrar una parte del huerto adentro de la casa, por
ejemplo aprovechando las ventanas y otros espacios con suiciente luz para el cultivo de
hierbas en macetas.
=> En el balcón o patio seguramente hay lugar para hierbas de olor y medicinales como
tomillo, te de limón, hierbabuena, epazote, eneldo…en pequeñas camas, guacales rellenos
de tierra y otros contenedores. Si disponemos de un poco de terreno podemos construir una
espiral de hierbas (lo mas cerca de la cocina) donde podemos juntar una gran variedad de
hierbas con diferentes necesidades de sol y agua en un pequeño espacio.
=> Podemos observar nuestros patrones de movernos adentro y alrededor de nuestra casa:
Los caminos que más usamos serán probablemente los espacios para sembrar plantas al
lado de ellas. Si preparamos un huerto en un rincón lejos de la casa no lo podemos cuidar
tanto y serán mas atacados por enfermedades, insectos y animales.También es importante
una úbicación cercana al centro de la casa por tener fácil acceso a las plantas frescas en
cualquier emergencia
=>¿Cómo diseño mi huerto? Hay una gran variedad de formas- siempre tenga en mente,
que el diseño debe que facilitar el trabajo en la huerta (Deshierbe, siembra, riego, cosecha…):
Las camas no se deben que pisar nunca – el limite del ancho de una cama de cultivo
es de entre 1m y 1.20m, el largo puede variar.
=> Muchas plantas aromáticas y medicinales tienen un bonito aspecto y se prestan como
ingrediente estético el cualquier jardín. Por esto resulta interesante integrar camas con
formas artisticas, como mandalas, espirales, estanques y pequeños cuerpos de agua, como
paisaje de cultivo de muchas de nuestras hierbas
La espiral de hierbas-
Utilizando esta forma de caracól creamos muchos diferentes microclimas para una gran
variedad de plantas medicinales y aromáticas

Las enseñanzas del suelo

Las enseñanzas del suelo
(de Richard Heinberg, publicado en „The Ecologist», tomado de Museletter #198 «Various Musings» - http://www.richardheinberg.
com - , traducción al castellano: H. Hieronimi)
Es difícil aprender o hacer mucho acerca de la sustentabilidad sin „ensuciarse las manos»...
Ciertamente, los problemas globales de la degradación de los recursos y el cambio climático
involucran algo de pensamiento de alto nivel. Tenemos que entender algunos números importantes
– 350 partes por millón de CO2 (la meta necesaria para evitar un cambio climático
catastróico), 5% de declive anual en los campos petroleros existentes (…). Necesitamos
habilidades de análisis y convencimiento, y un entendimiento al fondo de las cosas. Inevitablemente,
todo esto requiere algún tiempo frente de la computadora y en el internet.
De todos modos, mientras atendemos a estas tecnologías y abstracciones, tendremos más
probabilidad de avanzar con nuestra meta principal de construir una cultura sostenible, si al
mismo tiempo estamos „aterrizados» en la actividad más básica, que existe: obtener alimentos
directamente de la tierra.
La lectura me ha enseñado bastante. Sembrar hortalizas me ha enseñado mucho más.
Muchas veces, las lecciones que aprendemos, quizás suenan raros una vez que les ponemos
palabras: ¡se humilde! ¡No pidas demasiado, ni demasiado rápido! ¡Date cuenta de las
interrelaciones! ¡Camina lento, pero siempre con atención para estar preparado al rápido
surgimiento de problemas y oportunidades! Todo se aprende cultivando tus alimentos, con
todo tu cuerpo.
Delegando la producción de alimentos enteramente a los demás surge inevitablemente
la división de labores por tiempo completo, que es el origen y la raíz principal (altamente
vulnerable) de la civilización. Solamente en las civilizaciones agrarias el sistema rígido de
clases ha podido surgir, en el cual las decisiones más importantes las toman, personas que
no tienen que pasarse parte de su tiempo contemplando nuestra interdependencia con la
naturaleza.
En vez de esto, los gerentes, contadores, soldados y funcionarios religiosos de las sociedades
complejas (muchas veces formados en estados nacionales), tienden a ijar su vista
cada vez más en la matrix social completamente basada en el discurso, poniendo cada vez
más atención en palabras, dinero, y tecnología, y cada vez menos en las estaciones, la
naturaleza, los pájaros y los insectos. Y esto, últimamente, es la razón porque colapsan las
civilizaciones. Las personas en el poder sencillamente no toman nota que la base ecológica
de su sociedad está siendo devastada.
¿Suena familiar?
Hay muchas razones para cultivar tus alimentos en estos tiempos. Comenzando por la realidad
de que los precios de los alimentos se están incrementando y que la calidad nutricional
de lo que se puede comprar en el supermercado está disminuyendo.
Q uienes estamos inmersos en los asuntos de la sustentabilidad, tenemos aun más razones
para sembrar y cultivar- tenemos que enseñar a nuestros vecinos las capacidades de supervivencia
que necesitarán una vez que los combustibles fósiles desaparezcan. Tenemos que
poner el ejemplo, y ayudar en la tarea de construir las redes de productores que puedan
proveer alimentos durante los tiempos que vendrán.
La mejor de todas las razones para cultivar la tierra es: ¡ser saludable! - Esto lo interpreto
de dos maneras: Si, la hortaliza es un refugio de un mundo que muchas veces parece estar
explotando. ¡Apaga la tele, la compu y agarra una pala! Seguramente te sentirás mejor.
Pero más importante aun: Si cultivamos la tierra, tenemos la posibilidad de ser personas
más equilibradas, capaces de hacer elecciones más saludables. ¡La humanidad necesita aquí
y ahora este tipo de personas! «

martes, 2 de junio de 2015

Instrumentación del sistema de siembra directa

Instrumentación del sistema de siembra directa
En este punto se resumen los pasos para la instrumentación del sistema de
siembra directa. Cabe mencionar que cada situación es única, por lo que es
conveniente planificar la implementación del sistema con un asesor técnico.
Elección de la chacra
• Historia de chacra (características de suelo, manejos anteriores).
• Estado actual.
• Vegetación presente, que condiciona el tiempo de barbecho.
Aplicación de herbicida total (antes de la siembra)
• Inicio del barbecho (laboreo químico, en LC laboreo primario).
• Realizar una correcta aplicación (revisar el estado de las boquillas,
regular la presión de la máquina, la velocidad de aplicación, la calidad
del agua).
• Seleccionar el principio activo, la formulación y la dosis.
• Tener en cuenta la residualidad de herbicidas presiembra.
• Verificar la eficiencia de control del herbicida o la mezcla.
• Si es necesario, realizar una nueva aplicación.
Barbecho
El tiempo del mismo depende:
• Del tipo de vegetación existente. En campo natural, pradera engramillada
o sorgo, mayor tiempo de barbecho. Cultivo de soja o
trigo, menor tiempo de barbecho.
• Es la preparación de la cama de siembra (laboreo químico).
• La chacra debe de estar limpia de malezas
Época de siembra y fertilización
• Elección de los materiales (tipo de cultivo) y su ciclo.
• A la siembra, adecuada humedad y temperatura.
• Respetar fecha de siembra.
• Incorporar el fertilizante a la siembra.
• La sembradora debe ser capaz de cortar el rastrojo, abrir el surco,
depositar la semilla a la profundidad deseada y cerrar el surco (lograr
buen contacto semilla-suelo).
• La velocidad de siembra correcta oscila entre 6 y 8 km/h.
Durante el cultivo
• Control de malezas (en preemergencia, considerar interferencia
con el rastrojo, con post-emergencia no habría problema).
• Control de enfermedades y plagas (rotación de cultivos).
Cosecha del cultivo
• Tránsito de maquinaria con mucha humedad dificulta la posterior
siembra (problemas de emergencia posterior en la huella).
• Es muy importante la distribución correcta de los residuos de cosecha,
estos dificultan la siembra posterior.

Las pasturas en siembra directa

Las pasturas en siembra directa
Cuando se instalan pasturas en siembra directa, al igual que en los cultivos,
los pasos a seguir son los mismos, la instrumentación del sistema es igual, y se
deben considerar los mismos aspectos que para la instalación de un cultivo.
La realización de este sistema de siembra nos permite la inclusión de áreas no
arables por su riesgo de erosión dentro de una explotación, lo que desemboca
en un aumento de la materia seca total producida en el establecimiento.
Con un adecuado control de malezas previo se puede incrementar la producción
de las pasturas degradadas, por ejemplo por invasión de gramilla
(Cynodon dactylon) mediante la inclusión de forrajeras anuales o perennes.
Esta práctica permite la utilización del forraje producido, aún en períodos
de exceso de agua. Un claro ejemplo de ello es la mayor utilización del forraje
de los verdeos de invierno con abundantes lluvias.
Esto se debe al mejor piso que se tiene en siembra directa, aunque no hay
que exceder la capacidad del mismo. Es necesario regular las cargas, principalmente
instantáneas, y la categoría a utilizar. Esta consideración es válida
también para la compactación por el pisoteo animal.
En relación a la instalación de especies forrajeras perennes, las gramíneas se
instalan mejor en siembras en el surco a profundidades no excesivas considerando
su tamaño de semilla, que si se las distribuye en cobertura superficial.
En cambio, para las leguminosas la instalación en cobertura funciona me37
jor que en la línea, aunque cuando estas se instalan en la línea su peso y
nodulación es mayor aunque su población sea menor, favoreciendo una
mayor exploración radicular. Esto permite una mayor supervivencia de
plantas en el verano.
Cuando las pasturas perennes son instaladas en asocio con cultivos de invierno,
la siembra directa presenta ventajas sobre el laboreo convencional,
en relación a la conservación del suelo, la reducción del tiempo improductivo
del suelo y la reducción de costos. Con una sola preparación se instalan
dos cultivos, la pradera y el cultivo de invierno.
Los resultados de los trabajos realizados en este sentido permiten establecer
que la siembra del cultivo en el surco y la semilla fina al voleo determinan
los mejores resultados.

La siembra directa y la sustentabilidad

La siembra directa y la sustentabilidad
La sustentabilidad tiene que ver con una proyección temporal del presente
dentro del futuro y puede interpretarse como los efectos de nuestras acciones
del corto sobre el mediano y largo plazo.
La sustentabilidad sólo si los efectos futuros de las acciones presentes, pueden
preverse como positivos. Si bien la sustentabilidad constituye un objetivo
de mediano y largo plazo, la posibilidad de conseguirla se encuentra
centrada en las acciones del presente.
Estas acciones, año tras año, proyectan sus efectos en el tiempo y son fuertemente
determinantes de las características que el futuro va a presentarnos.
Los mecanismos socioeconómicos o tecnológicos relacionados con el desarrollo
constituyen una situación de competitividad dentro de un mundo
globalizado. Esta competitividad normalmente está asociada a un buen nivel
de productividad y de rentabilidad. A su vez, ambas tienen que ver con la calidad
del suelo y con las estrategias y sistemas de producción que se utilice.
El sistema de siembra directa como sistema agro-productivo ofrece todas
las ventajas para alcanzar la competitividad a través de la mejora de la productividad, y esperable rentabilidad, que además pueden proyectarse
hacia el futuro.
Este sistema nos permite acceder a un nivel de “productividad y competitividad
sustentables”. Cuando se alcanza este estado, se ingresa en un círculo
virtuoso de producción con conservación y aún mejoramiento de los recursos
involucrados en el proceso productivo agrícola, según la Asociación
Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID).
En conclusión, la práctica de la siembra directa como sistema que
atiende la productividad y la competitividad de forma sustentable es
posible, siempre y cuando sean atendidos con compromiso todos sus
principios fundamentales.

Ventajas y desventajas del sistema de siembra directa

Ventajas y desventajas del sistema de siembra directa
A modo de resumen, se presentarán las ventajas y desventajas del sistema.
Las mismas han sido mencionadas a lo largo del trabajo y en este punto lo
que se pretende es realizar una revisión del sistema (Extraído de Fundamentos
de la Siembra Directa y su Utilización en el Uruguay, Fernando
García Préchac).
Ventajas del sistema de siembra directa:
• Drástica reducción de la erosión y degradación del suelo
• Mayor contenido de agua en el suelo
• Mayor oportunidad de siembra, cosecha y pastoreo
• Posibilidad de utilizar suelos con alto riesgo de erosión y áreas de
desperdicios bajo Labranza Convencional
• Menor consumo de combustibles y energía
Desventajas del sistema de siembra directa:
• El control de malezas depende del uso de herbicidas
• Menor disponibilidad de nitrógeno en el suelo
• Menor temperatura de suelo
• Compactación del suelo
• Mayor probabilidad de ocurrencia de fototoxicidad, enfermedades
y plagas

La rotación de cultivos en siembra directa

La rotación de cultivos en siembra directa
Por definición, la rotación de cultivos es la alternancia regular y ordenada
en el cultivo de diferentes especies vegetales en secuencia temporal en una
determinada área (Geisler, 1980).
No es sólo un cambio de especies, sino que es necesario seleccionar los cultivos
respetando sus necesidades y características diferentes, así como su
influencia diferenciada sobre el suelo, crecimiento de malezas, desarrollo
de enfermedades y plagas, en una secuencia apropiada y práctica que promueva
efectos residuales benéficos.
Cuando se planifica una rotación (Arnon, 1972) se debe tener en cuenta
la habilidad diferencial de absorber nutrientes de suelo (sistemas radiculares
que alcancen diferentes profundidades), alternar especies susceptibles
a ciertas enfermedades y plagas con aquellas resistentes, considerar todo
efecto positivo o negativo de un cultivo sobre otro (alelopatías, suministro
de nutrientes, incremento en materia orgánica, en el sistema radicular,
estructura de suelo, microorganismos o humedad residual del suelo). Es
fundamental alternar el uso de cultivos que contribuyen con el suelo con
aquellos que lo agotan.
Mediante la rotación, se tiene un efecto benéfico a través de:
• control de enfermedades
• reducción del uso de agroquímicos
• incorporación de sustratos a la flora microbiana del suelo
• mejoramiento de la productividad de la mayoría de los cultivos
• aumento de la riqueza orgánica de los suelos
• aporte al manejo integrado de malezas e insectos plagas
• diversificación de los riesgos desde el punto de vista empresarial
• incremento de la rentabilidad en el mediano y largo plazo
Hacer rotación de cultivos es una cosa y sucesión de cultivos, que es muchas
veces con lo que nos confundimos, otra. Por ejemplo, trigo-soja dos
años seguidos no es una rotación sino que es una sucesión de cultivos, que
al final termina siendo un monocultivo, ya que se hace monocultivo de
trigo en invierno y de soja en verano.
Cuando se realiza rotación de cultivos se debe tener la precaución de no
sembrar un cultivo sobre la presencia de su propio rastrojo.Una adecuada rotación debe adaptarse a la realidad física y económica del
momento, debe fundamentarse con conocimiento a largo plazo, no debe
ser rígida y sí permitir modificaciones circunstanciales dependientes del
mercado, sin modificar los principios básicos.
La rotación proporciona al suelo una protección progresiva contra la erosión
y la degradación, además de permitir balancear el consumo de agua y
nutrientes del suelo.
Por otro lado es necesario relacionar la capacidad de uso del suelo con la
exigencia de la rotación.
El efecto benéfico de la rotación depende de la selección de las especies que
la componen, ya que:
• las leguminosas forrajeras aportan fertilidad
• las gramíneas aportan materia orgánica a través de los rastrojos
• las praderas actúan como restauradoras de la condición física
En la rotación de cultivos anuales y pasturas se identifican dos períodos,
el primero en la fase agrícola donde se produce reducción de la fertilidad
(nitrógeno) y pérdida de estructura del suelo y el segundo en el cual estas
propiedades se recuperan (fase pasturas).
Con la intensificación de la fase agrícola con el doble cultivo/año se redujo
el tiempo en barbecho y con ello el tiempo de suelo descubierto. Adicionalmente
con la siembra directa se reduce el número de labores y con la
retención de rastrojos en el suelo se logra controlar la erosión hídrica.
Según datos del Proyecto Nº 36, Cangüe Nº 20, luego de siete años de comparación
de rendimientos entre cultivos sembrados con y sin laboreos no se
detectaron diferencias significativas de rendimiento acumulado de granos.
Como muestra la Figura 9, en la primera fase (fase I) de la rotación de
cultivos con pasturas hubo una tendencia a obtener menores rendimientos
relativos sin laboreo que con laboreo, situación que se revirtió durante el
segundo período de cultivo (fase II).
En la fase II cuando se realiza una rotación con siembra directa versus una
agricultura continua con siembra directa (con o sin pasturas), el rendimiento
fue mayor con pasturas que sin pasturas (9152 kg/ha vs 8056 kg/
ha). También fue mayor el rendimiento comparando el tipo de laboreo
dentro del tratamiento con rotación (9152 kg/ha vs 7618 kg/ha).
En un esquema agrícola en el que no se laborea, dejando una cantidad mínima
de rastrojo en suelo (entre 5 y 10 ton/ha/año de materia seca) según
condiciones climáticas, las pasturas pierden relevancia como recuperadoras
del potencial productivo del suelo, en términos de propiedades físicas
del mismo.
La calidad de estos rastrojos es relevante en el resultado final, destacándose
por sus efectos benéficos, cuando se trata del rastrojo de maíz y sorgo. En
cambio, es nulo el efecto del rastrojo de soja.
En sistema agrícolas que no cumplan con el aporte mínimo de rastrojo en
cantidad como en calidad, las pasturas con gramíneas perennes parecen ser
una forma viable de recuperar el potencial productivo de los suelos degradados
por la agricultura con laboreo (García-Préchac, 1992).
En sistemas intensivos de uso de suelo con alto potencial las pasturas con
leguminosas juegan otro rol, tal como el aporte de nitrógeno por fijación
simbiótica y la diversificación biológica del sistema.
En relación al balance anual de C, se puede afirmar en términos generales
que es la diferencia entre las entradas (rastrojos, raíces, exudados radiculares)
menos las salidas de C (erosión, mineralización). Existe una relación
lineal entre la cantidad de residuos que entran al suelo y los niveles de materia
orgánica del mismo, existiendo una diferencia cuantitativa importan-
te entre los cultivos. El cultivo de maíz es uno de los cultivos con mayor
aporte y la soja en la situación inversa, con aporte nulo o negativo.
Paralelamente la relación C/N más alta del rastrojo de maíz determinaría
una descomposición más lenta y sería más favorable para la formación de
materia orgánica estabilizada en el suelo, siendo nuevamente la soja la situación
inversa.
El impacto que tienen el tipo de laboreo y la rotación en la calidad del recurso
suelo es muy importante, siendo la siembra directa una tecnología
que permite tener mejores niveles de C orgánico y N vía mineralización,
especialmente en los primeros centímetros de suelo.
Cuando la secuencia de rotación de cultivos no incluye pasturas, la soja
presenta efectos negativos, los cuales pueden ser compensados por la sustitución
de parte de la misma por maíz o sorgo.

Comportamiento Fósforo bajo Siembra Directa

Fósforo
Después del nitrógeno, el fósforo (P) es el nutriente que más frecuentemente
afecta la producción de cultivos.
El contenido de P total en el suelo está definido por el material madre y se
ha observado un marcado efecto del clima, siendo las zonas más húmedas
las más deficientes en este nutriente (Tisdale, 1993).
Del P total del suelo, sólo las fracciones solubles y lábiles (inorgánicas y
orgánicas) están disponibles para el ciclo del cultivo.
Guía de siembra directa
30
Las fracciones de P mantienen un equilibrio dinámico y complejo entre
ellas. Una pequeña fracción de P está en forma soluble, la cual está en equilibrio
con la fracción lábil que comprende el P orgánico fácilmente mineralizable
y los fosfatos débilmente adsorbidos a las arcillas coloidales.
La mayor parte del P está en formas insolubles o fijadas, principalmente
como minerales primarios fosfatados, humus, fosfatos insolubles de Ca, Fe
y Al, y los fosfatos fijados por los óxidos y minerales silicatados.
El P orgánico representa una fracción importante del P del suelo oscilando
entre 15% y 80% del P total en el horizonte superficial, dependiendo del
tipo de suelo y su composición (Halsted y McKercher, 1975).
La respuesta de los cultivos a la fertilización fosfatada depende del nivel de
P disponible en suelo, pero también es afectada por factores del suelo, del
cultivo y del manejo del fertilizante.
Entre los factores del suelo que inciden, se destacan la textura, la temperatura,
el contenido de materia orgánica y el pH, mientras que entre los del
cultivo figuran los requerimientos y el nivel de rendimiento.
En sistemas de siembra directa, la reducida movilidad del P en el suelo
resulta en la estratificación del P en profundidad, con mayores concentraciones
en superficie debido a la acumulación de residuos y a la ubicación
superficial de los fertilizantes.

Fertilización en siembra directa

Fertilización en siembra directa
En siembra directa la no perturbación del suelo, junto con la acumulación
de residuos sobre la superficie, produce grandes cambios en la dinámica y
distribución de nutrientes en el suelo.
Estos presentan una diferente distribución vertical de nutrientes inmóviles
como fósforo (P) y potasio (K), materia orgánica, actividad microbiana y
las raíces de los cultivos.
Los cambios en el contenido y distribución de materia orgánica, pH y potencial
de oxidación afectan la dinámica y disponibilidad de P y N aplicados
en superficie, y la eficiencia de uso de los fertilizantes.
Estos cambios en cantidad y distribución de la materia orgánica y propiedades
físicas y químicas del suelo resultan en efectos directos e indirectos
sobre la composición y dinámica de las poblaciones microbianas.
Los efectos sobre los microorganismos del suelo se reflejan en las transformaciones
de nutrientes como el nitrógeno (N), cuya dinámica es gobernada
por la actividad microbiana del suelo.
En la figura 7 se muestra la evolución teórica de la actividad microbiana en
suelos bajo SD y LC (Doran, 1990).
En el invierno la actividad está restringida en ambos tipos de labranza por
la baja temperatura y la falta de aireación.
Cuando se efectúa una labranza se produce un pulso de actividad en la
labranza convencional. Esto está dado por una mayor aireación y por la
exposición de compuestos carbonados disponibles.
En la siembra directa la actividad aumenta de acuerdo a incrementos en la
temperatura. Durante el verano el suelo bajo siembra directa almacena más
humedad mientras que en laboreo convencional, la actividad está sujeta a
cambios bruscos de humedad y a ciclos de secado y re humedecimiento.

Comportamiento Nitrógeno bajo Siembra Directa

Comportamiento de diferentes nutrientes bajo Siembra Directa
Nitrógeno
El nitrógeno (N) es el nutriente más importante para la producción vegetal
por las cantidades requeridas por los cultivos y por las deficiencias en los
suelos agrícolas.
La deficiencia en este nutriente es una limitante para obtener buenos rendimientos
y por lo tanto es necesario ser eficientes en el uso del mismo.
En siembra directa la descomposición de los residuos es menor que en laboreo
convencional. Esto influye sobre el nivel de N total del suelo, su disponibilidad
y la de otros nutrientes (Morón, 2001).
Suelos con labranzas conservacionistas repercuten en menores pérdidas de
carbono (C) y N orgánico del suelo (Sawchik, 2001). Estos tipos de labranzas
tienden a retardar la descomposición de los residuos.
En los primeros años de instrumentación de un sistema de siembra directa,
las condiciones de menor mineralización neta y mayor desnitrificación
resultan en una menor disponibilidad de N para los cultivos.
Esto queda en evidencia en menores acumulaciones de N mineral (NO3- y
NH4+) a la siembra y/o una menor oferta de N durante el ciclo del cultivo
(Doran, 1990; Bergh, 1993; Rizzalli, 1995) y por lo tanto en la recomendación
de mayores dosis de N con respecto al sistema de laboreo convencional
(Peterson, 1995). El comportamiento de la oferta de N depende del cultivo, de las condiciones
edáficas y climáticas y de la cantidad de años de siembra directa continua.
Esta situación de menor disponibilidad en los primeros años del sistema se
revierte posteriormente por una mayor acumulación de N orgánico, lo que
resultaría en un mayor abastecimiento de N, permitiendo disminuir las
dosis de N a niveles similares a laboreo convencional o aún menores (Fox
y Bandel, 1986).
La forma más abundante en la que se encuentra el N en el suelo es la orgánica,
pero las plantas pueden absorberlo en su forma mineral, principalmente
como nitrato (NO3). El pasaje de formas orgánicas a inorgánicas se denomina
mineralización, así como el proceso inverso, inmovilización, son muy
dinámicos y están gobernados por la actividad microbiana del suelo.
En siembra directa la mineralización se ve enlentecida por la no incorporación
de los residuos y la magnitud de este enlentecimiento depende de la
cantidad de residuos, del tipo de los mismos, tanto en su forma física (tamaño,
densidad y diámetro), como en su composición química (relación
Carbono/Nitrógeno) y de las condiciones climáticas.
El aumento de requerimientos de N en los primeros años no sólo se debe
a una menor mineralización de N, sino también está dado por la inmovilización
de N, ya que en los primeros años usualmente hay una ganancia
neta de materia orgánica del suelo. Cuando el fertilizante N es aplicado
en superficie la inmovilización es más acentuada, debido a la presencia de
residuos del cultivo anterior.
Con respecto a la lixiviación de N en sistemas de siembra directa, existe un aumento
en el potencial de lixiviados de nitratos, lo cual está dado por una mayor
infiltración de lluvias, mayor almacenaje de agua y menor evaporación.
La mayor humedad, la menor fluctuación de temperatura diaria y la acumulación
de residuos orgánicos en la superficie, repercuten en una mayor actividad
microbiana en superficie en siembra directa que en labranza convencional.
Normalmente hay una presencia mayor de bacterias anaeróbicas, lo cual
resulta en un menor potencial de oxidación y mayores pérdidas de NO3
por desnitrificación.
La dosis de fertilizante N a agregar debe determinarse en base a la diferencia existente entre el requerido por el cultivo y lo suministrado por el suelo.
En sistemas de siembra directa, hasta que se logra un nuevo equilibrio en
la materia orgánica, los requerimientos son mayores.
Para determinar la disponibilidad de N mineral para un cultivo, el análisis
de nitratos es una determinación confiable Este análisis presenta una variabilidad
muy grande entre muestreos, lo que se explica por su relación
directa con la actividad microbiana del suelo y la lixiviación.
También se debe tener en cuenta que el nitrato se agota rápidamente en el
suelo cuando existen plantas creciendo, las que se desarrollarán en proporción
directa a la cantidad de nitratos que puedan absorber.
Esto es un factor más para determinar el período de barbecho. Cuanto mayor
es la cantidad de malezas extrayendo N del suelo, mayor será el contenido de
este nutriente en la planta y menor en el suelo, disponible para el cultivo.
Este mismo efecto ocurre con la disponibilidad de N en relación al largo
de barbecho. Cuanto más largo es el período, mayor es la disponibilidad de
NO3 en el suelo.
En siembra directa el fraccionamiento del fertilizante N sería una forma de
mejorar su uso, esto teniendo en cuenta las menores temperaturas de suelo,
las cuales tienden a retrasar la germinación, emergencia y crecimiento
temprano de los cultivos.
Considerando las pérdidas de eficiencia por inmovilización de los residuos,
volatilización de amonio y lixiviación, sería conveniente la aplicación
de fertilizante N localizado, incorporado por debajo de la capa de
residuos (Griffith, 1977).

Control de malezas

Control de malezas
Como se mencionó, la siembra directa necesita de los herbicidas para su
existencia y entre éstos, el más frecuentemente utilizado es el glifosato.
A continuación veremos algunos aspectos que debemos considerar en
su manipulación.
El glifosato es un herbicida sistémico y no selectivo, lo cual significa que
una vez que es absorbido por las hojas, se trasloca a toda la planta provocando
su muerte.
La eficiencia de su acción está dada por factores inherentes a la planta, al
ambiente y a la aplicación en sí misma (Delucchi, Com. pers).
Básicamente, las especies de malezas se pueden dividir en:
Gramíneas, donde los puntos de crecimiento se encuentran en la
base de la planta.
• Malezas de hoja ancha (latifoliadas), en las cuales los puntos de
crecimiento se encuentran diseminados por toda la planta.
El glifosato es considerado fundamentalmente un graminicida, ya que le
resulta más fácil alcanzar los puntos objetivos en las gramíneas. Para el
combate de malezas de hoja ancha (latifoliadas) será necesario una mayor
dosis o utilizar otros herbicidas específicos para tal fin.
A su vez, las distintas especies pueden ser anuales o perennes. En estas últimas,
existen yemas por debajo de la superficie del suelo, lo que requiere mayor
concentración de producto. En cambio con las anuales, los puntos de crecimiento
están sobre la superficie, facilitando el trabajo y una menor dosis.
Otra consideración es la relación parte aérea/parte subterránea y el grado
de desarrollo de la maleza. Este herbicida penetra a través de las hojas, por
lo que requiere un mayor desarrollo de las mismas. Es necesario evaluar si
existe una gran cantidad de masa vegetal bajo la superficie y poca superficie
de hojas sobre el suelo. Por ejemplo, para la gramilla (Cynodon dactylon) al
final del verano se dan las peores condiciones para el control efectivo de la
misma. Cuando la maleza se encuentra más desarrollada y con hojas viejas,
al producto le resulta más difícil penetrar en la planta, por lo tanto es necesario
considerar muy cuidadosamente el estado fisiológico de la planta.
Cualquier tipo de stress, cortes o pastoreos recientes, déficit hídrico, etc.
determinarán una menor efectividad del producto.

Condiciones Climáticas

Condiciones Climáticas
Las condiciones climáticas comprometen la efectividad del producto. La
luminosidad y temperatura son condiciones que favorecen un activo crecimiento
vegetal y una buena la circulación del glifosato por la planta.
Con humedad relativa ambiente baja, las gotas pulverizadas se evaporan
antes de llegar a la superficie de la hoja. Por lo tanto no es recomendable
realizar la aplicación con valores por debajo de 60 % de humedad ambiental.
Tampoco lo es aplicar con rocío, ya que cuando éste es excesivo puede
existir un rodamiento de la gota sobre la hoja y su pérdida hacia el suelo.
25
Con lluvias probables en el corto plazo tampoco se debe aplicar. Es necesario
tener previamente al menos ocho horas libre de precipitaciones.
Si la velocidad del viento es mayor a 12 km/h se genera una situación
comprometida, comienza a haber deriva del herbicida. En este caso se
recomienda utilizar boquillas anti-deriva, las cuales aumentan el tamaño
de la gota, así como también disminuir la presión del equipo de aplicación
a 2 kg/cm2.

Condiciones para la aplicación SIEMBRA

Condiciones para la aplicación
Cuando se decide realizar la aplicación es necesario definir algunos
puntos, como son:
• dosis
• utilización de tensoactivos
• determinación de la calidad de agua
La dosis del producto depende de:
• tipo de maleza a combatir
• estado de desarrollo
• edad
• ciclo (si es anual o perenne)
Para la selección del principio activo, la formulación del herbicida y la definición
de la dosis a utilizar, se deberá consultar a su asesor profesional, tomando la
decisión correcta después de evaluar las condiciones en cada caso.
Los tensoactivos se utilizan para reducir la tensión superficial del agua,
aumentando la superficie de contacto en la hoja.
El agua a utilizar debe estar limpia, ya que aguas con presencia de materia
orgánica, sales o arcillas inactivan la molécula de glifosato. Cuando tenemos
aguas duras (carbonatos de calcio y otras sales) con distintos niveles de
salinidad ya conocidos, se recomienda utilizar coadyuvantes específicos o
aumentar la dosis como forma de mantener la eficiencia deseada.

Almacenamiento de nutrientes SIEMBRA

Almacenamiento de nutrientes
De igual forma ocurre con la disponibilidad de nitrógeno como nitratos
(NO3), que aumenta con un mayor tiempo de barbecho.
Período de barbecho
Al tiempo que transcurre entre la muerte de un cultivo o del tapiz existente y
la siembra se le denomina barbecho. Este es el período comprendido entre la
fecha de la aplicación del herbicida total y la de siembra del cultivo siguiente.
Si lo comparamos con un sistema de laboreo convencional, el barbecho
ocurre entre el laboreo primario y la siembra (Ernst-Marchesi, 2001).
Durante este período ocurre la muerte y descomposición de los rastrojos
de cultivos o pasturas (, se acumula nitrógeno en el suelo, se recarga
el perfil de agua, se producen sucesivas emergencias de malezas anuales y
se prepara la sementera, como se describió anteriormente.
Estos procesos son dependientes del tipo y cantidad de rastrojo presente, temperatura,
humedad y fertilidad del suelo, aspectos que dependen, a su vez, de
la época del año que se considere y del sistema de producción utilizado.
Para cada condición climática y de suelo, el tiempo de barbecho es una
variable determinante de la disponibilidad de nitrógeno (NO3) y de agua
al momento de la siembra.
La muerte del cultivo o maleza que está creciendo permite que se inicie la
descomposición de los residuos orgánicos subterráneos y cese la absorción
de nitratos y agua.

El tiempo de barbecho mínimo está determinado por el rastrojo a manejar,
por lo que serán necesarios más días cuando se parte de un campo natural o
sorgo, que cuando se lo hace de soja o trigo, por la composición del material
vegetal. Cuando no se respeta este tiempo, es probable que ocurran fallas en
la implantación, menor crecimiento inicial y deficiencias de nitrógeno.
Para situaciones sin laboreo, el cultivo previo funciona de igual manera
que el crecimiento de malezas, consumiendo el agua y los nutrientes que
normalmente son acumulados durante un período de preparación de suelo
con laboreo.
En cultivos como girasol, maíz, soja, el barbecho se inicia antes de la cosecha
y el período de barbecho sería desde madurez fisiológica-cosecha y
cosecha-siembra del próximo cultivo. Para cultivos que llegan vivos hasta
la cosecha –como el sorgo – la aplicación de un herbicida total pre-cosecha
permite adelantar el inicio del período de barbecho.
En el Cuadro 2 se presenta el tipo de antecesor sobre la disponibilidad de
N-NO3 a la siembra de trigo sembrado sin laboreo (Ernst, 2000).
Otro fenómeno que ocurre es la descomposición del material vegetal, tanto
en su parte aérea como en su parte subterránea (raíces). A la vez que liberan nutrientes almacenados en sus estructuras permiten una granulación
del suelo dejando espacio libre en donde estaban las raíces, lo que hace que
se “afloje” o descompacte el suelo. Una vez finalizado este proceso, es posible
acumular N- NO3
El período de barbecho es determinante del resultado final sobre la humedad
disponible. Si durante este período tenemos crecimiento vegetal,
tendremos consumo de agua por transpiración de las malezas, por lo que el
efecto de la cobertura con rastrojo evitando la evaporación y favoreciendo
la acumulación de agua es anulado.
Esto tiene una incidencia directa sobre la instalación de un cultivo de verano,
donde el manejo del barbecho deberá tender a conservar el agua.
Según información experimental (Ernst y Marchesi, 2000) se demostró que
en situaciones de siembras sin laboreos, el tiempo de barbecho jugó un rol
similar al de la época de laboreo, posibilitando la acumulación de nitrógeno
mineral en el suelo, favoreciendo la acumulación de agua y generando
una mejor condición física de la cama de siembra.
En este proyecto se evaluaron tres períodos de barbechos: 30, 60 y 90
días pre-siembra. Para cultivos de verano de “primera”, los períodos se
definieron como “barbecho corto”, “barbecho medio” y “barbecho largo”
respectivamente.
Los resultados obtenidos en el primer año de este trabajo estuvieron condicionados
por la sequía establecida a partir de fines de invierno de 1999. En
estas condiciones, el tiempo de barbecho fue determinante de la cantidad
de agua almacenada en el suelo, la implantación y el crecimiento posterior
de los cultivos y su rendimiento en grano.
A continuación se presentan los resultados obtenidos, a modo de ejemplo,
sobre el efecto que tiene el tiempo de barbecho sobre la disponibilidad de
nitrógeno, la humedad del suelo, la implantación, el peso de la planta y el
rendimiento en grano. Dentro del rango estudiado de longitud de barbecho,
el barbecho largo, acumuló más N-NO3, agua y en la mayoría de los casos
eso se tradujo en mayores rendimientos

Efectos de la cobertura del suelo

Efectos de la cobertura del suelo
Para que el sistema tenga éxito es indispensable mantener una cobertura
de restos vegetales en superficie (Foto 2). Aparte de lo mencionado, estos
restos son el alimento de la micro y meso-fauna del suelo.
Foto 2. Cultivo de soja sobre rastrojo de maíz.
La presencia de restos vegetales en superficie cobra real importancia cuando
no se toca más el suelo, ya que los mismos son los encargados de mantener
la porosidad, la penetrabilidad, el reciclaje de nutrientes y mejoran la
dinámica del agua por mayor infiltración y menor escurrimiento.
Con la presencia de residuos en superficie se reduce la pérdida de agua por
evaporación y aumenta la infiltración cuando ocurren lluvias.
Esta reducción de la evaporación se debe a que los residuos presentes aumentan
el albedo (reflexión de rayos solares) de la radiación incidente; a su
vez, estos tienen una baja capacidad de conducir el calor y el agua, porque
Guía de siembra directa
22
una gran parte de su volumen es aire. La menor radiación neta en la siembra
directa se destina a evaporar el agua de los residuos y calentar éstos
junto al aire en contacto.
Existe una mayor infiltración en la siembra directa que en laboreo convencional
(LC), debido a la presencia de los residuos en superficie. Esta cobertura
de residuos protege al suelo tanto de la energía radiante como de la
energía de las gotas de lluvia, logrando un menor escurrimiento del agua.
Además se reduce el encostramiento, ya que las gotas de lluvia no golpean
directamente sobre el suelo.
Cuanto más anclados estén los residuos mayor es su efecto, ya que el agua
puede entrar más rápido al suelo por los conductos que estos dejan. Estos
son rajaduras o fisuras alrededor de las raíces desde la base del tallo en superficie,
así como los que dejan las raíces al descomponerse.
En la Foto 3 se aprecia una buena cobertura de avena aplicada como antecesor
de cultivo de verano.
Por otro lado, estos residuos ofrecen resistencia al escurrimiento superficial
del agua, dando mayor oportunidad de infiltración: cuanto mayor sea
esta capa de cobertura, mayor será la resistencia que ofrecerá.
23
Los residuos presentes en el momento de la siembra requieren de un manejo
adecuado:
• Hay que conocer la calidad de los mismos para la operación de la
sembradora.
• La descomposición de los residuos es lenta, por lo que en ellos
pueden sobrevivir enfermedades y plagas que pueden atacar el
cultivo siguiente.
• También podemos tener efectos por alelopatías, que son interacciones
antagónicas entre plantas, mediadas por la liberación de sustancias
químicas al ambiente por parte de una planta emisora y de la asimilación
de dichos compuestos por parte de otra planta receptora.
El modo de mitigar estos efectos es con la elección de una correcta rotación
de cultivos, teniendo en cuenta la susceptibilidad de ciertos cultivos a enfermedades
que pueden estar presentes en el rastrojo.
La rotación de cultivos es vital en el sistema de siembra directa, no sólo por el
manejo del rastrojo sino por el adecuado balance en la elección de la secuencia
de cultivos. Este aspecto se verá en detalle en el capítulo correspondiente

Acumular agua Siembra Directa

Acumular agua
Existe un tiempo determinado que permite que estos procesos se den de
forma natural. Se comienza con la aplicación del herbicida para matar la
vegetación, se espera a que esta se descomponga produciendo la descompactación
del suelo y la liberación de nutrientes y, conjuntamente con estos
procesos, se da la acumulación de agua en el perfil.
A este período se le denomina tiempo de barbecho. Este provoca en el
suelo todas las modificaciones necesarias para lograr una adecuada cama
de siembra.
Según los análisis de contenido de humedad, podemos afirmar que la acumulación
de agua es más elevada en chacras bajo siembra directa que en
aquellas que son laboreadas convencionalmente. Esto se explica por la no
remoción del suelo y la cobertura del mismo con restos vegetales muertos,
que permiten el aumento de la infiltración como se mencionó anterior15
mente, y el agua acumulada en el invierno es guardada en el suelo, al no
existir la evaporación que genera el laboreo.
Para la conservación del agua resulta imprescindible eliminar la vegetación
tempranamente, acción que cumple el herbicida.

Descompactar el suelo Guía de siembra directa

Descompactar el suelo Guía de siembra directa

El segundo paso dentro de la secuencia es descompactar el suelo. Esa operación,
en un sistema donde no se rotura, es un desafío muy importante. Si
bien la vegetación que está bajo la superficie no es visible, sí está viva, por
lo que las raíces mantienen los agregados del suelo muy unidos entre sí. A
medida que éstas empiezan a morir a consecuencia del herbicida, se descomponen
y se produce el efecto inverso. Es decir, el suelo se va “soltando”
y por ende se produce una descompactación del mismo.

Siembra Directa Preparación de la sementera

Siembra Directa  
Preparación de la sementera
Si bien no existe una preparación de tierra como tradicionalmente la
conocemos, sí existen etapas previas que se deben cumplir antes de
la siembra.
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El sistema de siembra directa permite instalar cultivos o pasturas de buenos
rendimientos con dos acciones muy simples como lo son:
• la aplicación de un herbicida que controle la vegetación existente
• el pasaje con una máquina de siembra directa que permita depositar
la semilla dentro del suelo
Al igual que en laboreo convencional el objetivo principal es lograr una adecuada
cama de siembra. De esto depende el éxito o el fracaso del sistema.
Una cama de siembra adecuada nos permitirá un contacto íntimo de la semilla
con el suelo, de modo de recibir de éste la humedad y la temperatura
adecuada para que se produzca la germinación.
Para lograr generar una adecuada cama de siembra es necesario mantener
una secuencia que es fundamental:
1. Matar la vegetación existente
2. Descompactar el suelo (lograr que el mismo se desagregue)
3. Acumular agua
4. Generar un adecuado aprovisionamiento de nutrientes

Instrumentación de Siembra Directa

Instrumentación de un sistema de Siembra Directa
El sistema de siembra directa como práctica permanente permite capitalizar
ciertos beneficios que sólo ocurren cuando se ha acumulado un cierto
número de años bajo este sistema.
La sucesión de cultivos dejando rastrojos en superficie y eliminando la manipulación
mecánica del suelo reduce a un mínimo la erosión, produce
aumento de la materia orgánica básicamente por el proceso de muerte y
descomposición de las raíces y por la protección que genera la cobertura
vegetal muerta en superficie que se integra al mismo. Estos procesos
aumentan la vida microbiológica y la meso fauna, a su vez mejorando la
estructura del suelo (Marchesi, 2000).

Siembra Directa Estado del suelo a utilizar

Siembra Directa
Estado actual del suelo a utilizar
La elección de la chacra para la instalación de un cultivo o pastura sin laboreo
es un punto muy importante. Se deberá conocer bien las características
del suelo, su historia, su situación actual y la vegetación presente.
La experiencia nacional y los resultados de otros países indican que no
debe iniciarse el uso del sistema de siembra directa en suelos deteriorados
por erosión, degradación física o problemas graves de fertilidad, ni en chacras
muy compactadas o con gran contenido de gramilla.
Es recomendable recuperar el suelo previamente por medio de la instalación
de un buen cultivo o pastura, con herramientas de laboreo vertical y
a poca profundidad, logrando un suelo nivelado y firme (Marchesi, 2000).